miércoles, 19 de mayo de 2010

Carcajadas y Gemidos

Nos pasábamos la mano por la espalda, el uno al otro, para ver si eso era verdad.
Si éramos de verdad.
Es que era tan lindo tenernos. Y tan inusitado.
Y tan tierno.
Y tan deseado por ambos.


Tan complicado también.
Muy complicado porque el y porque yo y porque los demás...
No importa.
Pero eso nos causaba risa y amor.
De modo que pasábamos de las carcajadas a los gemidos sin demasiados preámbulos más que nuestras ganas, que habían nacido prematuras en el ámbito menos pensado.
Era complicado, es verdad. Sobre todo teniendo en cuenta que habíamos sido paridos como dos idealistas hijos de puta, y estábamos enfrentados de la puerta para afuera.
Y ahora estábamos así, de la puerta para adentro.
Y uno adentro del otro.
Inseparables.
Bajo amenaza de quedarnos para siempre, juntos, ahí.
- Te amo profundamente, me dijo.
Fue inexplicable pero sentí que al fin, todo lo que había soñado estaba en mis entrañas y había llegado

No hay comentarios:

Publicar un comentario