sábado, 6 de agosto de 2011

MORIR EN LA VISPERA



Hoy una fantasía me asalta,
me sorprende,
me conmueve.
No la esperaba,
como esos amores que me atormentan
y que llegan para quedarse.
Para siempre.
Esta fantasía me acompaña.
Es raro pero es tan dulcemente hija de puta
que hace que esta tarde sea menos negra.
Una hermosa tarde-paradoja
(tarde de sol)
donde pienso que, cansada de todo,
lo mejor sería morir
para, al menos, evitar este llanto que me ahoga.
(La gente se mata los domingos.
Yo elijo morir un rato este sábado
para aliviar mis sentimientos).

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