jueves, 3 de septiembre de 2009

Otra vez y otra vez...


Te abracé.
Muy fuerte te abracé.
Apreté mi cara en contra de tu cuerpo.
A favor de tu cuerpo.
Y desde ahí los escuché latir.
Supe que la espera no había sido en vano.
Y otra vez me quise quedar enredada a vos.
Y otra vez tus manos y otra vez el tiempo.
Y vos, mirándome desde ahí
-que bien le queda el abrazo de mis piernas a tu cara, pensé-
Otra vez vos. Si.
Entonces quise salir corriendo pero ahora en tu misma dirección.
Y vi esos mismos ojos que ahora dolían.
Le dolían cosas que no me querían contar.
Y en silencio, otra vez, los amé.
Los amé asi, como acostumbro a amar.
Con dolor, con pasión y en carne viva.

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