viernes, 2 de octubre de 2009

CONDENADO




A llevarme
como un gustoso martirio.
A ser un colibrí sin colores si no estoy.
Estás condenado a ser
como Frida sin Diego.
A quedarte sin ganas
de néctares ajenos.
A caminar de mi mano
A perderte en mi cintura
Y a siempre siempre siempre
volvernos a encontrar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario